27 de febrero de 2011

CREMA DE CHAMPIÑONES



3 comentarios:

  1. La recetilla que hoy nos propone mi bienamada parienta es la suntuosa crema de champiñones que este afortunado servidor tiene el placer de presentaros.
    Nuestra crema lleva champiñones, claro; no es concebible una crema como ésta sin ellos, acompañados de los ingredientes más comunes que en toda crema no pueden faltar, como son la leche, nata, harina y mantequilla, levemente ruborizados por un sutil toque de sal y pimienta, básicos para una buena digestión, más propia del menú de las más vetustas casas reales de la vieja Europa que de la manduca del pueblo llano a quien esta exquisitez está dirigida, tanto por su económico coste en producción, como por el modesto carácter que sus elementos le confieren.
    Una crema de esta jerarquía, es algo que no se prepara en un momento, ni que deba consumirse en el plazo normal que damos a una comida. Su preparación comienza varios días antes, con la selección de los ingredientes más selectos obtenidos en las más prestigiosas secciones gourmet de nuestros mercados de confianza, y así, ya con todo dispuesto, muy de mañana se comienza la confección propiamente dicha. Cada crema tiene su cocción y da un regusto diferente, necesitando muchas horas, probablemente días en que se desvanezca de nuestra memoria.
    A estas alturas habrán comenzado a congregarse los comensales, que harán muy bien en sujetar sus apetencias y no echarse al estómago nada sólido que pueda perjudicar la ingesta de la delicada crema que nos aguarda. Unos vinos como mucho, para hacer tiempo y refrescar la boca, y un poco de paciencia, costosa ante los sugerentes olores que llegan de la cocina, y después… todos a la mesa. Sin prisas. Llegará ante todo una sopa sustanciosa, de ésas que decían nuestras abuelas que levantaba a un muerto.
    Es, más que nada, cuestión de gustos. Hay que ir degustándolo poco a poco, recreándose en cada sabor, despacio, alternando unas cucharadas con otras, y si puede ser con los ojos cerrados, eliminando sentidos, aglutinando así más fuerza al sabor, … y a su aroma, que nos proporcionará la sensación de descubrir nuevos recovecos, hasta ahora ocultos, en nuestros olfatos.
    Larga estancia en la mesa, que no en la sobremesa, así sentará bien, se digerirá sin sobresaltos. Diríamos, sin temor a equivocarnos, que un crema de champiñones como la que nos preside pide, exige, como se dice ahora siempre, que los comensales dediquen a su degustación tanto tiempo al menos como el que la cocinera, han dedicado a su elaboración.
    Con amor, para mi princesa.

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  2. yo quiero bakalado de bilbado!!!!!!
    aunque provaré la presa al laurel (para poder saborearla)

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  3. que rico Rebe..! que rico! gracias por la receta!!!

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